Cuando el contador vuelve a cero / Kris

Publicado el 23 de marzo de 2025, 20:00

Hace poco leí de Amalia Andrade en su libro “No se cómo mostrar dónde me duele” que nuestra “incapacidad emocional” (sig.:aversión a atravesar las emociones) tiene algo que ver -o mucho- con el sistema capitalista en el que nos desenvolvemos. Básicamente, lo que está bien es productivo mientras que lo que no produce está mal o roto y además, existen parámetros sociales que determinan aquello que es “productivo” y lo que no. 

 

Desde esta perspectiva me atreví a pensar que la absoluta incomodidad que me genera la posibilidad de verme a mi misma “fracasar”, la alegoría de la incertidumbre con el vacío, e incluso el título de esta entrada, vienen de la manía inconsciente y automática de contabilizar mi vida y valorarla en función del cumplimiento de ciertas metas en un cierto plazo de tiempo.  

 

“Quedarse en cero” es el terror de la vida adulta moderna (al menos la mía) ¡Imagínate “volver a cero”! PEOR.  

Pero es una mentira -o más de una- que nos contamos, nos creemos y de paso hace que nos quedemos anclados por mucho tiempo en situaciones que genuinamente no deseamos o que no se alinean con nuestra verdadera identidad.  

 

Es cierto que vivimos en el mundo en el que vivimos… Contabilizar es inevitable y producir es tanto un deber como una necesidad; pero mantenernos dentro de la carrera de productividad en contra del reloj, alimenta una serie de mentiras ENORMES, encabezada por mi enemiga personal: “Estás regresando al punto de partida”. Esto puede ser una verdad geográfica en algunos casos, como el de mudarse a la casa de tus papás mientras encuentras nuevo piso, o si necesitas el cobijo y la seguridad de tu entorno familiar.  

Pero ¿Wtf, María Isabel? !!! NO EXISTE tal cosa como “regresar al punto de partida”. Comenzando porque no se regresa en el tiempo, no vuelves a ser la persona que eras en aquel punto, y no puedes (por mas que a veces provoque) borrarte del disco las experiencias que haz vivido y lo que haz crecido desde que saliste de ese punto en un primer momento. Si has emprendido un camino alguna vez, ya no puedes regresar a donde comenzaste “de cero” porque el recorrido del héroe lo cambia internamente, y aquí no somos nada menos que las heroínas de nuestra historia. 

 

Puedes necesitar un momento para replantear las cosas. Puedes necesitar visitar espacios de tu pasado para hacerte preguntas, o que te reciba un familiar/amigo mientras elaboras un nuevo plan. Y aunque -como yo- te cagues de miedo porque parece que vas en reversa. Y te frustres y desesperes porque eso es todo lo que conoces como fracaso… Pararte a recalcular, hacerte unas cuantas preguntas, e incluso necesitar acercarte física y emocionalmente a tu red de apoyo, no significa retroceder, porque NO SE PUEDE RETROCEDER. Cualquiera de estas acciones es solo eso, una acción necesaria, un paso más en tu recorrido. “El camino” es seguir moviéndose, seguir tomando decisiones, probando experiencias, cometiendo errores y aprendiendo de ellos para afinar la puntería hasta que venga el siguiente cambio a recordarnos que el control es una simple ilusión.  

 

La verdad, “quedarme en cero”, abrazar el cambio y la incertidumbre que viene con él para lanzarme a llenar ese espacio aterrador de respuestas que solo podía encontrar poniéndole la cara a las preguntas, ha sido una parte fundamental de mi proceso… Y desde hoy, espero que también del tuyo…

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Comentarios

Yumari Alferez
hace un mes

Asi es nunca empezamos desd3 cero